Estudios de traducción – Las teorías del polisistema

 

Siguiendo con las teorías de la traducción, aquí les ponemos los conceptos del ideario de acción y las visiones de cuatros autores: Holmes con “Metaliteratura”, Even-Zohar con “teoría del polisistema”, Toury o “hacia las cosas mismas” y Lefevere con la dignidad en una cultura diferente.
Los estudios de traducción comienzan por poner en entredicho muchos de los pilares sobre los que se asentaba hasta entonces la teoría de la traducción. El ideario de acción se divide en diez voces: el descriptivismo como método, la orientación hacia el sistema meta, el carácter complejo del concepto de equivalencia, las impurezas del texto traducido, nominalismo frente a esencialismo, la no exclusión de los textos literarios, el cambio de orden en las investigaciones, el carácter sistémico de las investigaciones, la historia de la traducción y el dinamismo del significado.
El descriptivimos como método.
Frente a la orientación prescriptiva de la visión tradicional, se potencia ahora el descriptivismo como método. El objetivo de los traductólogos era manipular la realidad traslatoria y hablar de lo que había que hacer para transformarla y lo que se pretende es observar la realidad, describirla, explicarla y formular leyes sobre el comportamiento traductor. Sin embargo, este método les impone afrontar textos reales considerados a todos los efectos traducciones por sus respectivas comunidades culturales y olvidarse de hablar de cómo debería ser la traducción. Al aplicar el método descriptivo en estado puro en la investigación traductora es tarea harto difícil porque mucho de lo que llamamos realidad es de hecho cultura. Los primeros estudios de traducción encontraron verdaderas dificultades en la ejecución de este método y hasta ahora ha sido más intuitiva que sistemática.
La orientación hacia el sistema meta.
Desde un enfoque orientado hacia el TO hasta el TT, la orientación sigue alcanzar al sistema meta porque las traducciones son hechos del sistema meta.
El carácter complejo del concepto de equivalencia.
Frente al reduccionismo tradicional que supone ver la equivalencia de forma binaria y unidireccional como una comparación entre palabras de un texto y otro, los estudios de traducción ponen de relieve el carácter complejo del concepto de equivalencia. EN un TT siempre habrá múltiples interferencias del sistema terminal. Queda tocado, pues, el concepto de equivalencia y se comienza a anatomizar el termino.
Las impurezas del texto traducido.
Se consideraba la traducción como algo transparente y puro con la entrada de los estudios de traducción en el escenario teórico se comienza a ver la traducción como algo puro y nada inocente; y al traductor, ídem de ídem. Pero el lenguaje nunca es neutro, y el lenguaje es la materia de la que están hechos los textos, traducidos y originales. Las preguntas sobre la fidelidad y la calidad de la traducción, representativas de enfoques orientados hacia el TO, normativas y de poca o ninguna relevancia científica, son ahora sustituidas por estas otras: como ha sido vertido el texto 1 en el texto 2 y en relación con que otros textos se ha traducido? Y es que resulta sumamente difícil describir una traducción y no estraperlear o introducir clandestinamente un juicio de valor.
Nominalismo frente a esencialismo.
Ante el esencialismo que se atormenta en definir lo que es la traducción, delimitar si es o no posible la traducción o dilucidar di la traducción es buena o mala, los representantes de los estudios de traducción postulan el pragmatismo que en forma de esencia encierra la frase de Toury que reza que “traducción es todo lo que la cultura receptora considera traducción”(1985,20), concepto que mas tarde retomaría el teórico israelí cuando habla de la traducción asumida (1995,31-35).
La no exclusión de los textos literarios.
Contra la exclusión del texto literario del punto de mira de los enfoques tradicionales, los estudios de traducción se proponen la inclusión de este tipo de textos para ver como funciona su traducción en otro sistema cultural. Es la situación de la traducción literaria en los anos setenta. En realidad, lo que los estudios de traducción intentan es pasar por la dicotomía entre traducción literaria y traducción no literaria, aunque la verdad es que en la practica se olvidan de la ultima y solo se acuerdan de la primera.
El cambio de orden en las investigaciones
Frente a la idea de aplicar a la traducción al arsenal teórico ya existente de la literatura y la lingüística, los estudios traducciones optan por la solución contraria: primero estudian la traducción y su especificidad y luego aplican los resultados a la teoría literaria y lingüística.
El carácter sistémico de las investigaciones
El carácter sistémico es decir que si hasta ahora solo se habían ocupado de fragmentos textuales aislados, verlos como una clase especial de textos, analizar cual ha sido su papel dentro de la literatura de la cultura receptora y determinar si el traductor ha intervenido a nivel individual o, por el contrario, en sus soluciones se ve la mano de lo actualmente vigente en el sistema de la cultura meta.
La historicidad de las traducciones
Contra el ahistoricismo anterior, los estudios de traducción enfatizan el carácter histórico de las traducciones
El dinamismo del significado.
Contra el carácter fijo del significado de los textos, los estudios de traducción enfatizan el dinamismo del significado. Las investigaciones de estos estudios no partirán ya de aquel apriorismo anterior que asignaba al texto, por encima de todo, una unidad larvada en su mas profundo interior (cfr.Holmes, 1988, 106), un significado estable y establecido, por mucho que otras voces mas superficiales hablaran de un significado esfumado, es decir, borroso, ambiguo, imaginario.
Holmes y su visión de la traducción como metaliteratura.
En su articulo de 1972, “The Name and Nature of Translation Studies” (1988, 67-80), Holmes intenta poner orden en el confuso estado de la cuestión y comienza por aclarar el nombre de la disciplina marcando a la vez su propio territorio. Descarta en principio los nombres de teoría de la traducción y ciencia de la traducción, convencido como esta de que lo más acertado seria no seguir referenciando la disciplina por su contenido. Al final, siguiendo la cadena analógica, acuna el nombre de translation studies a sabiendas de la dificultad que entraña dicho nombre para hacer una derivación adjetival.
Lo primero que Holmes postula es que la investigación en el campo de la traducción, al tratarse de una disciplina empírica, tendrá que afrontar principalmente dos retos: 1, describir los fenómenos del traducir y de las traducciones tal y como se manifiestan en el mundo de nuestra experiencia y 2, establecer principios generales capaces de explicar y predecir estos fenómenos. Y en cuanto a los resultados poderes explicativos y predicativos de el descriptivismo, los divide en tres áreas: 1, el área descriptiva el que Holmes asigna tres campos de análisis: a, el análisis del producto o de las traducciones ya hecho, primero a nivel individual y luego a nivel comparativo; b, el análisis o descripción de la función de las traducciones en la situación sociocultural receptora, es decir, un estudio mas de contextos que de textos; y c, el análisis del proceso de traducción mismo o de lo que pasa por la mente del traductor en el momento de traducir; 2, el área teórica que se centra en la utilización de los resultados de los estudios de traducción descriptivos; y 3, el área aplicada, que mas que nada tiene que ver con la formación y el aprendizaje de los traductores profesionales.
El objetivo final de Holmes es formalizar una teoría general de la traducción que englobe todas y cada una de las teorías parciales. Luego, establece que esa formalización pasa por un enfoque dialéctico. Holmes aborda en el artículo antes citado el tema de la traducción y el traductor y postula que la traducción literaria es un caso más de metaliteratura. Y por eso, si la traducción literaria es metaliteratura, la traducción de un poema será un metapoema. Y Holmes trata cuatro forma: Mimética- que consiste en imitar lo mejor posible la forma del original, y justifica su nombre porque postula la imposibiidad de identidad de la forma; Analógica- que consiste en analizar la función de la forma original dentro su traducción poética y luego buscar una forma versificatoria que cumpla una función paralela en la traducción poética de la LT; Orgánica- donde los traductores que siguen esta corriente ya no parten de la forma del poema original, sino del material semantico o contenido del texto poético; y por ultimo, Holmes habla de una cuarta forma a la que denomina extraña (o desviada).
La visión de la traducción como un caso mas de interpretación, como metaliteratura, supone, frente a los enfoques tradicionales, cierta revalorizacion del texto traducido y, consecuentemente, del papel del traductor. En fin, que llevar acabo un programa de pretensiones tan modestas, como el que proponían Holmes y los estudios de traducción en sus comienzos, resulto ser una tarea mas compleja de lo que en un principio se había pensado (Gentzler, 1993, 103).
Even-Zohar: una visión sistémica de la literatura traducida.
La teoría del polisistema surgió al final de los anos sesenta y comienzos de los setenta de la pluma de Ithamar Even-Zohar, según el mismo sugiere al introducir su Polysistem Studies. El término “polisistema” tiene una diana clara y concreta: explicitar el dinamismo y la heterogeneidad de un sistema en contraposición al enfoque de carácter sincrónico. La teoría poli sistémica, y en especial del dinamismo del hecho literario, niega la visión del canon como algo estático y permite ahora, que están tan de moda los pronunciamientos canónicos, establecer las bases para elaborar una teoría del canon literario que acabe de una vez por todas con las valoraciones únicas y los maniqueísmos o los criterios políticamente correctos. Pero esta teoría sirve también para establecer que papel ha tenido la literatura traducida en el más que dinámico polisistema literario de una cultura determinada.
A pesar de la gran riqueza de las aportaciones sistémicas, cabe señalar que la practicar traslatoria no esta tan “fuertemente subordinada” como piensa Even-Zohar a la posición de una traducción dentro de un polisistema. Las hipótesis sistémicas, por otro lado, están todavía por comprobar y contrastar en literaturas y culturas que nada tienen que ver con las occidentales. Y finalmente, debemos señalar que cuesta entender que esta teoría solo haga mención de las traducciones literarias, y mucho menos cuando la hipótesis poli sistémica esta en contra de una selección a priori de los objetos de estudio basada en juicios de valor.
Toury o “hacia las cosas mismas”
Touty elabora su proyecto de teorizacion en In search of a Theory of Translation (1980)”: la defensa de una teoría de la traducción orientada hacia el texto meta. Su énfasis en la realidad de las traducciones existentes y no en las traducciones hipotéticas, en el proceso traductor y en los problemas que presentan los originales.
Toury estudia las obras traducidas del ingles y del alema al hebreo, en el periodo que va de 1930 a 1945, y observa: a, que la traducción esta sujeta a leyes; b, que la equivalencia es un hecho empírico con el que hay que contar lo que implica no tener que preguntarlos si los textos son equivalentes, sino que tipo y grado de equivalencia traslatoria hay entre ellos; c, que no hay que alimentar utopía con la idea siempre en el aire de que hay una traducción correcta. Hay dos tipos de traducción: traducción adecuada y traducción aceptable que para Toury ninguno de los dos modelos de traducción es puro (1980,142). El estudio, por otro lado, le sirve a Toury para comprobar que las obras traducidas al hebreo del ingles y del alemán, durante las décadas de los anos treinta y cuarenta, tienen un carácter “epigonal” o lo que es igual, ocupan una posición secundaria dentro del polisistema literario hebreo. La diferencia con Even-Zohar esta en que Toury sitúa esa norma inicial entre la posición de la literatura traducida en el sistema literario meta y la forma de traducir, mientras que para aquel la practica traslatoria se veía directamente condicionada por la posición de la traducción en el polisistema receptor. Por otro lado, cuando la traducción ocupa una posición secundaria, el traductor se siente liberado. Pequeños o grandes, insignificantes o significativos, estos cambios no empañan para nada la idea de equivalencia entre los textos traducidos que los reflejan y sus respectivos originales. Equivalente o, mejor, parcialmente equivalente, porque según Toury la intercambiabilidad entre el TT y el TO nunca puede ser total. Las teorías orientadas hacia el TO son inadecuadas para llenar el vacío o cerrar la brecha que hay entre una equivalencia y otra. Su modus operando seria el siguiente: si la equivalencia segunda no es compartible con la primera, es que no hay equivalencia y, en consecuencia, el TT deja de ser traducción con la traducción correcta, dado su apriorismo. No es de extrañar, pues, que Toury etiquete estas teorías de directivas y normativas, como también de binarias y circulares. Esta claro que las traducciones transforman la cultura meta. Pero la traducción no solo repercute en la cultura receptora, sino en la cultura de origen. Al contestar la preguntar: Como se determina, por otro lado, la posición de una traducción cualquiera? Toury acude a un hipotético tercer texto que, como en realidad no es ningún texto concreto, no admite descripción alguna. Este hipotético tercer texto, que permite de una forma indirecta comparar dos textos (el TT y el TO) que serían en si mismos incomparables directamente, ha de fundamentarse en el TO y formularse en un metalenguaje basado en una lengua natural multiplicaría los problemas traslatorios. Hasta aquí, Toury apunta dos posibilidades para formularlo en una lengua cualquiera: o bien hacerlo en la LO o en la LT y apuesta por lo segundo como la mejor opción. El tertium comparationis que utiliza Toury como método comparativo entre las traducciones de un momento histórico y sus originales, o entre varias traducciones de diferentes periodos y su original, le permite obtener información sobre las normas de traducción. Toury habla de dos tipos de normas: Preliminares y operacionales; a las que luego añade una que, a falta de un nombre mejor, denomina inicial. Las normas preliminares tienen que ver tanto con la existencia y esencia de la política traductora que se sigue en la cultura meta. Las normas operacionales son las decisiones concretas que toma el traductor en el proceso traslatorio mismo, y afectan, por un lado, a la matriz del texto o modo de distribuir el material lingüístico en el. La norma inicial hace referencia a la opción por parte del traductor de hacer: a, una traducción adecuada; b, una traducción aceptable; c, una traducción donde se combinen las dos anteriores.
A Toury le debemos el que haya introducido en la escena de los estudios de traducción no solo los conceptos de norma y de ley, sino también el empirismo que utilizo para describir y explicar los hechos o sea las traducciones mismas. Con el descriptivismo y con Toury, comienzan a desdibujarse en cierta forma el carácter sagrado que hasta aquí había tenido el original. A raíz de aquí, se comienza también a relativizar el concepto de equivalencia y se desecha la idea de la traducción perfecta. Pero el merito principal de Toury esta en el énfasis que da a la deuda que contrae la elaboración de lo traducido con las traducciones anteriores y con el sistema literario de la cultura meta.
Lefevere o la dificultad de matar una oveja con dignidad en una cultura diferente.
Tras las teorías sistémicas, no resulta difícil inferir que la infidelidad del traductor es algo con lo que hay que contar y que la practica de la traducción nunca es inocente. Y de ahí a ver la traducción como la manipulación de un original va solo un paso.
Con Toury se olvidan metafísicas e idealismos anteriores. Lefevere, en cambio, es mas deductivo o popperiano. Pero, en realidad, lo que ponen de manifiesto ambas metodologías es que entre el método empírico y el método racionalista no hay tanta diferencia en la práctica como señala la teoría. Las teorías de Lefevere se divide en cuatro partes: La ideología, la poética, el universo del discurso y el lenguaje.
La ideología y la poética son dos factores que mediatizan la escritura en general y, de forma especial, la reescritura o las estrategias del traductor ante problemas que el universo del discurso y el lenguaje del original les tendrá que presentar. Lefevere entiende por “ideología” lo mismo que Jameson: “ese entrelazado de forma, convención y creencias que ordena nuestras acciones”. El universo del discurso es otro de los factores que pueden tener repercusión en la traducción. Lefevere entiende por “universo del discurso” el conjunto de objetos, conceptos, conocimientos, creencias y costumbres que comparte una cultura en una época determinada. El lenguaje es el ultimo de los cuatro factores que mediatizan la traducción, pero es solo un factor mas y no el único, como se empaña en recalcarnos Lefevere. Lo que este hombre tiene muy claro es que de los factores que mediatizan la traducción el lenguaje no es el único ni el más importante, que de los dos niveles del lenguaje es el nivel ilocutivo el que principalmente condiciona la traducción y que la traducción no es principalmente sobre el lenguaje. Llegamos a dos aspectos destacables en el enfoque teórico de Lefevere: el primero de ellos va en contra de la visión negativa que el normativismo tradicional tenis de los errores; el segundo aspecto determina lo que se pierde en la traducción y. al determinarlo, socava de alguna manera los pocos fundamentos: la de que en la traducción siempre se pierde algo. Entonces, según este autor, los traductores, atenazados por el sistema, no pueden decir lo que sienten y piensan. Según Lefevere, es difícil matar una oveja con dignidad en una lengua y en una cultura diferentes y que en consecuencia se acude a la manipulación: o bien se cambia de animal o se atenúa la descripción de la muerte. El traductor-nos parece- es más autónomo, libre y responsable de lo que piensa este teórico de la traducción. El enfoque de Lefevere ha tenido una gran repercusión en el ámbito de los estudios de traducción, principalmente por su espíritu inquisitivo y provocador, un espíritu que responde a encomiables deseos de búsqueda e investigación. Y su repercusión hubiera sido todavía mas grande si los lectores hubieran visto en el un carácter mas bien tentativo. Pero para esto hubiese hecho falta convertir la contundencia y radicalidad de sus juicios de valor.
De alguna manera, estos académicos se dan cuenta de que se han alejado de la idea germinadle los estudios de traducción de construir una teoría que sirviera para hacer traducciones. La vinculación entre teoría y práctica no implica necesariamente proponer soluciones prácticas para todos y cada uno de los problemas traslatorios. Se abandona definitivamente el excesivo formalismo de Even-Zohar y el lenguaje abstracto de Toury. Ahora, la parafernalia terminología de esta corriente es mas sencilla y en cierto modo diferente, y las fuentes que la alimentan son: Foucault, Bourdieu, Luhmann…El profesor de filosofía de Clermont-Ferrand aporta sus ideas sobre el poder y la forma en que este “controla” tanto la escritura y su concepto de “capital cultural”. EL objetivo de algunas traducciones es poner en circulación textos considerados como pertenecientes al capital cultural de una cultura determinada. Un movimiento que empezó con el acoso y derribo de la lingüística ha terminado en los noventa por cantar la palinodia y donde dijeron digo ahora dicen diego. Si en un principio los integrantes de esta corriente ponían pegas a la lingüística por sus limitaciones, donde su selectividad diferencia, su semántica temporalizada y su agenda oculta tienen mucho que decir, ahora han visto que sin ayuda de la lingüística, al menos de una lingüística de sesgo textual, no pueden seguir avanzado. En el transcurso que va desde la creación de los estudios de traducción en la famosa conferencia de Lovaina (1976) hasta nuestros días, hay otro aspecto de este paradigma que también ha cambiado. De la valoración casi de contrabando que se hacia de la traducciones, cuando se trataba de comparar varias de ellas, entre otras cosas porque un modelo empírico-descriptivo como el que nos ocupa no lo permitía hemos pasado a una valoración explicita de las traducciones contradiciendo así la premisa epistemológica anterior.
Referencia: Virgilio Moya, 2004. “La selva de la traducción-Teorías traductologicas contemporáneas”. Virgilio Moya (1.a edición, 2004). Ediciones Cátedra (Grupo Anaya, S.A.): 121-164