EL CONCEPTO DE EQUIVALENCIA EN TRADUCCIÓN 2 страница

– Не маю купальника / No traigo bañador.

¿Nos hemos acercado al TO o nos hemos alejado de él? Por paradójico que parezca, hay un acercamiento comunicativo al TO, a su programa conceptual, porque las cuatro réplicas rimadas del TM (en negrilla) que resultan bastante graciosas, contienen iguales implicaturas que el TO y producirán en la cultura rusa un efecto comunicativo muy cercano al de las dos réplicas del TO, caracterizando así a los personajes de Cela conforme a la intención del autor. El efecto que se consigue en el TO mediante el juego de palabras, se logra en el TM mediante la rima, aunque no hay duda de que el juego de palabras del TO resulta más elegante que el texto rimado en el TM.

En relación con esto, cabe mencionar el problema de los "sacrificios" en traducción. Es bien sabido que el intento por lograr la equivalencia comunicativa a veces requiere sacrificios; sin embargo esto no implica que nos alejemos del TO (nos alejamos tan sólo de su forma lingüística, previamente exprimida de todo sentido), sino que, por el contrario, propicia el acercamiento a la intención del autor y al valor comunicativo de uno u otro elemento o fragmento del TO, haciendo, al mismo tiempo, el TM aceptable en la nueva situación comunicativa. En este sentido, adquiere gran importancia la jerarquía de funciones comunicativas del TO, que debería mantenerse en lo posible en el TM, si nos proponemos lograr la equivalencia comunicativa. Este tema se analiza en otro apartado; sin embargo, puede decirse que, independientemente del tipo de texto – trátese de un texto poético, científico o periodístico – la estrategia y las opciones del traductor siempre dependerán de la interacción de los factores que configuran el programa conceptual del autor del TO y la aceptabilidad del TM en la cultura meta, que son dos caras de la misma moneda, constituyendo el principio operativo y básico, compuesto y contradictorio, de la comunicación bilingüe equivalente. El juego de éstos factores siempre tendrá carácter dinámico y relativo dentro del texto que de por sí ofrece la posibilidad de compensar el "sacrificio", siempre y cuando éste sea comunicativamente relevante. Veamos un ejemplo (las pérdidas y su compensación vienen en negrilla):

 

"...¡Hijo de puta!" – aulló el Primer Magistrado, arrojando los cables al suelo. – "Le sigo leyendo" – dijo el Cholo Mendoza, recogiendo los papeles. (Alejo Carpentier. "El recurso del método". La Habana, 1974, p. 42.) «Сволочь! Подонок!» взвыл Глава Нации, отшвырнув телеграммы. «Я прочитаю вам», сказал Чоло Мендоса, поднимая бумажки с пола. ( Алехо Карпентер. «Превратности метода», Иностранная литература, №9, с.17. Перевод М. Былинкиной)

 

En la cultura rusa no hay un insulto que se acerque por su semántica a hijo de puta. Los que podrían ser comunicativamente equivalentes constituyen más bien un tabú, mientras que en la cultura española dicha expresión se emplea con mayor libertad. Para que el insulto español no pierda su fuerza comunicativa en el TM, se emplean dos insultos rusos seguidos que corresponden a canalla, escoria y que producen en boca del Jefe del Estado un efecto comunicativamente equivalente. Por otra parte, en la primera oración del TM se omite la información que precisa a dónde arrojó los cables el dictador. De haber dejado esta información en el texto ruso, la frase habría perdido, en parte, su fuerza connotativa (de furia y desprecio al súbdito). Sin embargo, el traductor recupera la pérdida en la segunda oración, al decir que el Cholo Mendoza recogió los papeles del suelo. La necesidad de la compensación se explica por el valor comunicativo de la pérdida: el hecho de que el Cholo Mendoza, siendo Jefe de las Fuerzas Armadas, tenga que recoger los papeles arrojados por el dictador al suelo, contribuye a la comprensión del programa conceptual del autor. La misma razón explica el empleo en el TM de la forma despectiva бумажки por papeles. Sin embargo, en el TM hay una pérdida no compensada. Se refiere al sobrenombre del general – el Cholo (Mestizo) – que se antepone a su apellido. El sobrenombre queda sin ser traducido en este fragmento del texto, lo que se explica por razones culturales: en la cultura rusa Meтис Meндоса /'Mestizo Mendoza'/ no encaja con el cargo y actuación del personaje. La pérdida se compensa en otro lugar del texto.

A propósito del concepto de aceptabilidad, nos parece importante subrayar que una buena traducción, por lo menos literaria, no implica "desnaturalización" absoluta del TM. El destinatario del TM debería aceptarlo, precisamente, como la traducción de un TO cuyo autor pertenece a otra cultura, tiene otra escala de valores, otras realidades, en fin, otros sistemas conceptuales. ¿Sería posible imaginarse una buena traducción de Don Quijote o de la poesía de García Lorca, por poner un ejemplo, que no tuviera su colorido español? Nos damos perfecta cuenta de que con esta afirmación entramos en el terreno de las famosas paradojas de Savory (1968). Parece que el problema no puede ser resuelto en el marco de una teoría general de la traducción, sino en el de las teorías particulares, ya que estas cuestiones dependen mucho del tipo de texto.

Volviendo a la idea de los dos polos de orientación del traductor y a la adecuación del TM al TO en los distintos niveles (Rabadán, op.cit.: 49), se deja ver, a nuestro juicio, cierta similitud con la idea de P. Newmark sobre la traducción semántica y la traducción comunicativa (Newmark: 1981, 45). Creemos que la traducción siempre ha de ser comunicativa. Otra cosa es el nivel en el que se consiga la equivalencia comunicativa en cada caso concreto: unas veces será pragmático y semántico y otras, solamente pragmático. Como ya hemos dicho anteriormente, el nivel en que se consigue la equivalencia no depende de la coincidencia de los sistemas, normas o usos de dos lenguas, sino de factores extralingüísticos. El cambio del nivel de equivalencia puede ocurrir no sólo en el marco de un texto sino en el de un enunciado (la no coincidencia semántica viene en negrilla):

 

La dependencia técnicade los países latinoamericanos respecto aWashingtonse vuelvemás acentuada debidoal "rapto" dedestacadoscientíficos y especialistas, practicado por EEUU cada vez en mayor escala, (del periódico) Технологічна залежність латиноамериканських країн від США стає особливо гострою в умовах зростаючого «переманювання» найвизначніших латиноамериканських вчених та спеціалістів, що практикується США

 

Concepto de intertextualidad cultural y su relación con el concepto de traducción adecuada

En la comunicación bilingüe, el riesgo de que el destinatario del TM no comprenda su sentido se ve acentuado, como ya hemos destacado antes, no sólo por la presencia del intermediario sino también debido al carácter intercultural de la misma. El destinatario del TM no lo comprenderá si le faltan conocimientos presupositivos y de otra índole sobre la vida material y espiritual de la cultura origen. Se suele hablar en estos casos de referencias culturales, especificándolas en numerosas categorías. P.Newmark las subdivide en 5 clases (ecología, cultura material, cultura social, organizaciones / costumbres / actividades /procedimientos/ conceptos, gestos y hábitos); C.Valdivieso ya establece más de 20 tipos de referencias culturales dentro de dos grandes grupos: cultura material e inmaterial. Otros autores incluyen, con razón, en el concepto de categorías culturales las referencias literarias, mitológicas, etc., así como las normas del comportamiento verbal.

No es de extrañar que cada vez aparezcan listas más largas de tipos de referencias culturales, puesto que lo específico de la actividad comunicativa consiste en que “(...)no sólo acompaña a todos los demás tipos de actividad humana, compenetrándolos y vinculándolos en un todo, sino que es una actividad que tiene sus propios motivos y objetivos y que influye considerablemente en el modo de vida de los individuos y en los procesos socio-culturales” (Дризе, 1980: 14). Desde este ángulo, todas las no coincidencias entre dos culturas, que se extienden tanto a la vida material y espiritual como a las normas del comportamiento verbal y no verbal, podrían ser consideradas dentro del concepto de intertextualidad cultural, fenómeno que se da a menudo en traducción y que requiere soluciones y hasta "sacrificios".

Coincidimos con los autores que consideran que el problema tiene mucho que ver con la función del texto, sin embargo, es importante destacar que, independientemente de la función dominante del texto y su tipo, la solución depende en gran medida del valor comunicativo que tenga un caso concreto de intertextualidad en un texto dado y de los factores relevantes de la situación comunicativa. Además, es evidente que los elementos de intertextualidad pueden tener mayor o menor grado de explicitud. Si el receptor del TM no es especialista en la cultura origen, no captará la intertextualidad, sea explícita o implícita, o no le dará una interpretación correcta. Pero también es cierto que la carga comunicativa de los elementos intertextuales es distinta en diferentes textos y en distintas situaciones comunicativas, así que no puede haber una única solución al problema. Unas veces el traductor debe "manipular" el TM para explicitar en mayor o menor grado la intertextualidad, otras veces, se puede prescindir de esta, porque su valor comunicativo visto desde el ángulo de la intención del autor del TO es nulo o poco importante. Hay un sinnúmero de soluciones según el tipo de textos: notas a pie de página en un texto científico, introducción o prólogo a una obra literaria (p. ej., los prólogos de Mario Vargas LLosa a la colección Biblioteca de Plata del siglo XX), ampliación del TM en cualquier tipo de texto, etc. Veamos algunos ejemplos.

(1) Ya hemos mencionado el caso de intertextualidad contenida en el título de la película rusa "Утомленные солнцем" /'Cansados por el sol'/ que fue traducido como Quemado por el sol. El traductor elige su opción en función de la interacción de tres factores: valor comunicativo de las alusiones, situación comunicativa y tipo de texto. La pérdida en el TM de la alusión a un tango que se bailaba en la época de Stalin (marcador temporal y emotivo- evaluativo para el receptor ruso) está justificada porque el receptor español no la comprendería (factor situación comunicativa que se caracteriza por falta de conocimientos presupositivos del destinatario del TM). El valor comunicativo de la alusión es metafórico y se recoge en el TM con ayuda de otra metáfora cuyo valor implícito queda claro para el receptor debido a que el lenguaje verbal de un guión cinematográfico (factor tipo de texto) entra en interacción con otros marcadores explícitos de diferente índole semiótica – imágenes visuales y música – que tienen mucha importancia para comprender el programa conceptual del autor del TM y, en particular, la función dominante del texto que es emotivo-evaluativa. Sin embargo, la versión española que de por sí podría considerarse muy acertada, contiene un error debido a que el traductor no comprendió el valor comunicativo de otro caso de intertextualidad. En el título ruso Утомленные солнцем ('Cansados por el sol') se emplea el plural que resulta comunicativamente relevante puesto que la intención del autor consiste en demostrar que las represalias de Stalin afectaron a todo el pueblo (lo quemaron), mientras que en el TM se emplea el singular Quemado por el sol, reduciéndose así la referencia sólo al protagonista de la película.

(2) El caso que sigue es bastante interesante porque las alusiones no se refieren a la cultura origen sino a terceras culturas y cada alusión requiere un enfoque especial a partir del programa conceptual del autor del TO y de la situación comunicativa en la cultura meta (conocimientos presupositivos del destinatario del TM):

 

Detrás de ello estaban las residencias suntuosas, con sus chimeneas góticas compradas en Flandes, columnas de monasterios cluniacenses traídas en las calas de transatlánticos, cuadros de Rubens o de Rosa Bonheur, y algunas auténticas Tanagras... (A. Carpentier. El recurso del método. La Habana, 1974, pp. 48-49). «И у всей этой публики – пышные резиденции с непомерными готическими каминами, вывезенными из Фландрии; с колоннами из Клюнийского аббатства, доставленными в трюмах трансокеанских лайнеров; с картинами – Рубенс или пейзажистка Роза Бонёр – и с парой подлинных танагрских статуэток…» (Карпентер Алехо. «Превратности метода». – Иностранная литература, 1977, № 9, с.20. Перевод М. Былинкиной)

 

No cabe duda alguna de que la abundancia de alusiones culturales en las novelas de Carpentier corresponde a su intención y que incluso algunos lectores españoles, al igual que los rusos, tendrán dificultades de su comprensión debido a la falta de conocimientos enciclopédicos. Sin embargo, es de suponer que el grado de dificultad será distinto, por lo menos en lo que se refiere a las alusiones a la cultura francesa (monasterios cluniacenses y Rosa Bonheur) y hasta griega (auténticas Tanagras), circunstancia que se debe a la "distancia", no sólo geográfica, entre las culturas. Las ampliaciones a que recurre el traductor son muy lacónicas y se hacen a partir de las razones mencionadas:

(a) monasterios cluniacenses se sustituye en el TM ruso por 'abadía de Cluny'. Por una parte, la palabra abadía se asocia en la cultura rusa con épocas más remotas, lo que corresponde a la intención del autor que destaca la antigüedad de las obras de arte "exportadas" ilegalmente de Europa; por otra, el topónimo Cluny empleado en vez del adjetivo, le servirá de pista al lector ruso que quiera buscar más información al respecto;

(b) al nombre propio Rosa Bonheur se le añade 'paisajista' para no dejar a la pintora francesa del siglo XIX en una situación desfavorable en comparación con Rubens cuyas obras se conocen muy bien en Rusia;

(c) auténticas Tanagras se traduce 'auténticas estatuillas de Tanagra'. La causa del cambio (ampliación) de la estructura semántica del TM con respecto al TO, al igual que en (a) y (b), radica no sólo y no tanto en que el destinatario ruso común y corriente puede no tener conocimientos sobre los descubrimientos arqueológicos en esta antigua ciudad griega, sino en el peso comunicativo que adquiere desde la intención del autor la mención de estas obras de arte que en realidad son piezas de museo de un valor incalculable y, a pesar de ello, se venden ilegalmente a millonarios norteamericanos.

Sin embargo, no siempre la intertextualidad cultural es relevante para el programa conceptual del autor del TO. A lo largo de la genial novela de Cervantes, el receptor español percibe una fuerte intertextualidad, unas veces explícita y otras implícita, que alude a las novelas caballerescas que prácticamente no se tradujeron al ruso. Para el lector contemporáneo ruso (que no se haya especializado en el tema o, por lo menos, no haya leído crítica literaria) esta alusión se pierde totalmente, lo que no impide que Don Quijote siga teniendo un enorme éxito en Rusia, ya que la pérdida de esta intertextualidad no tiene tanta importancia comunicativa para el programa conceptual del autor.

Queda claro, una vez más, que la equivalencia semántica de dos textos, no garantiza su equivalencia comunicativa. Pero también hay que abordarotro aspecto del problema. La única relación que el TM debe guardar con el TO es de equivalencia comunicativa, lo que implica a su vez que, al interpretar el sentido del TO, el traductor tiene que "exprimir" de su forma todo el valor comunicativo y luego buscar en la cultura meta la manera más adecuada de lograr esta equivalencia comunicativa sin reparar en la coincidencia /no coincidencia de la forma como tal.

La actividad comunicativa del traductor es heurística por su carácter, lo que, aplicado a la etapa de producción del TM, quiere decir que el traductor opta por una versión concreta seleccionándola de entre muchas versiones posibles con tal de que resista la prueba de los "filtros" (factores relevantes de la situación comunicativa) agrupados condicionalmente en dos grandes clases: los que están vinculados con la máxima fidelidad posible al programa conceptual del TO y los que provienen de la "fidelidad" al usuario del TM. Dicho de otra manera, el traductor produce un TM que sea (según sus criterios) equivalente en el plano intencional-funcional al TO y que sea adecuado, al mismo tiempo, a la nueva situación comunicativa. Ambos términos- traducción equivalente y traducción adecuada - tienen carácter evaluativo y relativo. La diferencia consiste en que el término traducción equivalente evalúa el resultado total del proceso comunicativo bilingüe, tanto en su aspecto de fidelidad conceptual al TO como en el de la fidelidad al usuario del TM4, mientras que el término traducción adecuada evalúa tan sólo la correspondencia del TM a la nueva situación comunicativa que se da en la cultura meta. Vista de esta manera, la adecuación forma parte del principio operativo básico que rige el comportamiento verbal del traductor a la hora de producir el TM. Como la equivalencia comunicativa implica los dos requisitos que debe reunir el TM, el de máxima fidelidad posible al programa conceptual del TO y el de aceptabilidad del TM, podemos decir que una traducción comunicativamente equivalente siempre será por definición adecuada a la nueva situación, pero no siempre ocurre lo contrario. Se puede producir, en el marco de la actividad bilingüe, un TM que sea adecuado a la nueva situación comunicativa y no sea equivalente al TO, es decir, que no tenga relaciones de equivalencia intencional-funcional con el TO (p. ej., el caso del "encargo" en la scopos theorie de K. Reiss y H. Vermeer, que no excluye la posibilidad de una oferta informativa, según la demanda del cliente, que tenga otra función comunicativa, es decir, otro programa conceptual diferente al del TO). Veamos dos ejemplos.

(1) El título de la famosa novela rusa escrita en los afios 30 por dos satíricos, I.Ilf y E. Petrov, es "Двенадцать стульев" /'Doce sillas'/. En la versión norteamericana, este título fue traducido "Diamonds to Sit On". En la traducción se guarda la fidelidad al programa conceptual de los autores del TO pues todo el argumento gira en torno a que en una de las doce sillas estaban escondidos los diamantes que pertenecían a una aristócrata rusa. Además, esta opción es adecuada a la nueva situación comunicativa que se caracteriza, entre otras cosas, por la tendencia literaria norteamericana hacia los títulos intrigantes, llamativos, destinados a atraer la atención del lector, tendencia que no caracterizaba, por lo menos en aquella época, a la literatura rusa. Así que la traducción reúne ambos requisitos y es comunicativamente equivalente.

(2) Las palabras de José Martí pronunciadas durante la guerra por la independencia y dirigidas al pueblo cubano "¡Antes de cejar en el empeño de hacer libre y próspera a la patria, se unirá el mar del Sur al mar del Norte, y nacerá una serpiente de un huevo de águila!" fueron traducidas al ruso " Скорее северное море сольется с южным и из орлиного яйца родится змея, чем мы откажемся гот борьбы за свободу и процветание родины" /'Antes el mar del Norte se unirá al mar del Sur, y de un huevo de águila nacerá una serpiente que dejemos de luchar por la libertad y la prosperidad de la patria'/. La traducción no puede considerarse comunicativamente equivalente, aunque guarda casi plena equivalencia semántica con el TO, porque no resulta adecuada a la nueva situación comunicativa, no guarda la fidelidad al destinatario ruso que no comprende a qué mares se refiere Martí. Tanto menos, cuanto que la cita aparece en un artículo de opinión, o sea, el mensaje está dirigido al destinatario común y corriente y no a especialistas en historia de Cuba. En el peor de los casos el lector ruso podría incluso confundir el mar del Norte con el que baña las costas de Rusia por el Noroeste. Para que la traducción resulte adecuada a la nueva situación comunicativa, o sea, para guardar fidelidad al destinatario ruso, el traductor debería cambiar en parte la subestructura semántica del enunciado, adaptando el TM a la nueva situación comunicativa: "Скорее реки потекут вспять..." /'Antes los ríos volverán atrás...'/.

Los ejemplos (1) y (2) demuestran una vez más que el componente semántico del sentido se subordina a la situación comunicativa que es única e irrepetible en cada acto de comunicación. En su tiempo, Catford comparó la traducción con una calle de un sólo sentido. Aunque él mismo no llegó a conclusiones de carácter comunicativo acerca de esta observación, sin embargo, la causa del fenómeno radica, principalmente, en el cambio de situación comunicativa y en la necesidad de adecuar el TM a la nueva situación.

Como se ve, nuestra interpretación del concepto de traducción adecuada se diferencia bastante de la de muchos especialistas que lo vinculan al TO o al TO y al tipo de "oferta informativa", o bien sólo al proceso de la traducción sin contar con sus resultados. Si se parte del enfoque comunicativo de la traducción comprendida como actividad bilingüe equivalente, el concepto de traducción equivalente debe ser más amplio que el de traducción adecuada, puesto que aquélla implica ambos requisitos: la máxima fidelidad posible al PCA del TO y la máxima fidelidad posible a la nueva situación comunicativa (léase al destinatario del TM), mientras que ésta supone sólo la adecuación a la nueva situación comunicativa creada en la cultura meta. Una traducción comunicativamente equivalente tiene que ser adecuada a la nueva situación, porque de lo contrario sería imposible conseguir la fidelidad al PCA del autor del TO, habida cuenta de las nuevas condiciones de comunicación. El enfoque cambiaría radicalmente, si entendiéramos la traducción como todo tipo de comunicación bilingüe, tanto equivalente como heterovalente.

Lo dicho hasta ahora demuestra:

¯ que la equivalencia comunicativa no implica la "igualdad" de dos textos en ningún sentido que no sea el pragmático (intencional-funcional), que tampoco puede ser absoluta puesto que no puede haber igualdad de reacciones, debido al carácter intersubjetivo de la comunicación;

¯ que la equivalencia comunicativa no es absoluta ni estática, sino relativa y dinámica;

¯ que nunca se pueden formular a priori otros requisitos que no sean de equivalencia comunicativa que ya de por sí implica una traducción adecuada a la nueva situación cuyas características relevantes varían de un acto comunicativo a otro;

¯ que la intertextualidad cultural, ya sea en su aspecto cognitivo (no coincidencia de los conocimientos relevantes para una situación dada) o en lo que atañe a las normas del comportamiento verbal, se convierte en motivo de cambios de la estructura semántica del TM con respecto al TO. Estos cambios o "manipulaciones" deben garantizar que la traducción sea adecuada a la nueva situación o, dicho en otras palabras, sea aceptable en la cultura meta.

Muchos autores, incluso reconociendo el carácter comunicativo de la equivalencia, no se conforman, sin embargo, con una definición tan generalizada de este concepto destacando diferentes aspectos del mismo, a la búsqueda de mayor precisión. Así, para G. Jáger la equivalencia comunicativa es lo mismo que la textual; W. Koller busca una definición más "precisa" de equivalencia estableciendo cinco tipos/niveles de la misma: la denotativa, la connotativa, la equivalencia vinculada a las convenciones textuales, la pragmática y la formal, orientada esta última a la expresión en el TM de las características estéticas del TM (juego de palabras, chistes, etc.) A diferencia de W. Koller, que no establece una jerarquía entre los diferentes tipos o niveles de equivalencia, V. Komissarov presenta una estructura jerárquica cuya cumbre está formada por la equivalencia pragmática.

En nuestra opinión, cualquier intento por hacer más preciso el concepto de equivalencia comunicativa desde la lengua, aunque comprensible, significa inevitablemente el regreso al paradigma lingüístico. La causa de semejante situación radica en que se intentan aplicar "patrones" lingüísticos a un proceso que tiene naturaleza comunicativa.

Al hablar de equivalencia textual, W. Koller restringe en cierta medida el concepto de equivalencia comunicativa, ya que el texto es tan sólo el producto del proceso comunicativo y no el mismo proceso. Detrás de cada texto visto como producto u objeto de la actividad de su autor y de su destinatario respectivamente, siempre está el sujeto de la actividad. Como no hay dos interpretaciones absolutamente iguales del sentido del texto, ni hay dos personas que actúen de la misma manera en circunstancias iguales, el texto por sí sólo, separado de la actividad transcurrida en ciertas circunstancias, no es otra cosa que la imagen – y además, objetivizada – de una actividad intelectiva y por lo tanto subjetiva, sin hablar ya de que la misma actividad y su producto son fenómenos de diferente naturaleza.

Para hacer más clara esta idea, imaginemos una comunicación bilingüe que se esté realizando en forma oral. Tanto el TO, producido por su autor, como el TM producido por el traductor pueden ir acompañados de señales no verbales (sonrisa, gesto) capaces de provocar cambios espontáneos en la situación, dándole probablemente otro sentido al texto. Igualmente, el "mismo" texto en boca de diferentes autores podría tener diferente sentido. Para comprender o producir un texto es necesario orientarse por la situación comunicativa y cierta concepción del mundo (saberes) y proceder de conformidad con ellas. Pero, aún así, tanto la interpretación del texto como su producción no constituyen el objeto de la ciencia de la traducción, sino de la hermenéutica y de la teoría general de la comunicación y de la psicolingüística, respectivamente. El objeto de la teoría de la traducción es el proceso comunicativo intercultural de un tipo determinado (equivalente), y para este objeto la única equivalencia posible es la comunicativa que no se reduce a la textual, ni mucho menos a la denotativa, ni a la connotativa.