Iquest;Qué es comer bien?

NOMOFOBIA

 

El uso compulsivo de tu smartphone podría estar disparando tus niveles de estrés

¿Revisas tu smartphone cada cinco minutos? ¿Has sentido vibraciones fantasmas? ¿Te llevas tu celular a la mesa e incluso hasta al baño? Si es así, seguramente perteneces a las millones de personas que padecen "nomofobia".

El término surgió como abreviatura de «no-mobile-phone-phobia» durante un estudio realizado por la empresa inglesa de investigación demoscópica You Gov, para señalar la ansiedad y angustia que produce el estar sin celular.

Si bien la denominación "fobia" podría ser incorrecta, un estudio conducido por el psicólogo Richard Balding de la Universidad de Worcester en Reino Unido, reveló que, efectivamente, el uso constante de estos aparatos aumenta los niveles de estrés, lo que a su vez incrementa los comportamientos compulsivos como el buscar incesantemente nuevas alertas, mensajes y actualizaciones.

Durante el experimento, se les aplicó un cuestionario y una prueba psicosomática de estrés a 100 participantes, entre ellos estudiantes universitarios y empleados de diversas categorías y ocupaciones. Se confirmó la existencia de un círculo vicioso; si bien las personas adquirían el smartphone para manejar su carga de trabajo, una vez que el aparato extendía virtualmente su vida social, la angustia y el estrés se disparaban.

La inhabilidad de apagar el celular, el tenerlo siempre a la mano, el asegurarse de que nunca se acabe la pila y el miedo a perder la señal son las algunos síntomas de quienes sufren altos niveles de estrés.

En México, existen más de 190 millones de smartphones, el 72% de los usuarios no salen de su casa sin su celular, según un informe realizado por Google, la consultora IPSOS y Mobile Marketing Association.


Elegir el centro infantil

Ha llegado el momento. La vida laboral nos lleva a buscar ayuda para el cuidado de los más pequeños. Escoger el centro en el que nuestros hijos e hijas van a pasar sus primeros años no es tarrea fácil. Te damos las claves para elegir el más adecuado.

Hemos pasado junto a ellos sus primeros meses de vida nos preocupa confiar su cuidado y educación a otras personas. Sin embargo, no tenemos elección. Debemos de celeccionar el centro que nos garantice un trato adecuado, dentro de la legalidad a la que debe acogerse: infraestructuras, numero de niños por aulas, perfil de las educadoras, horarios y servicios. El centro idóneo será aquel que réuna el mayor número de prestaciones y medidas de seguridad.

Bajo la ley

Garantizar las mejores condiciones para el desarrollo de los pequeños exige la adecuación de los centros a un marco legal que tiene cumplirse de manera escrita y que comienza con la disponibilidad de 1,50 metros cuadrados de aula por niño matriculado y de 3 metros por niño cuando se trata de zonas de recreo y juego. Las zonas de recreo deben de superar los 75 metros cuadrados de total de la superficie. En cuanto a la construcción del centro, la ley regula la presencia y altura de escaleras, los pavimentos, la medida reglamentaria de puertas y ventanas y los materiales homologados que pueden utilizarse en la decoración y mobiliario. No adecuarse a la ley es motivo de sanción y de obligada subsanación de las deficiencias y en caso de gravedad, pueden llevar al cierre del centro.

Un espacio sano

La necesidad de ofrecer un entorno de calidad pasa por la disponibilidad de zonas bien iluminadas donde los niños puedan disfrutar de luz solar mientras juegan. Para evitar focos de infección, la limpieza de las instalaciones debe de hacerse diariamente y de manera concienzuda en baños, cocina y cambiadores. En la zona de descanso, se buscará el confort y la higiene en los materiales de hamacas o colchonetas. Si el centro dispone de servicio de comedor se ofrecerá un menú equilibrado y supervisado por un sanitario que confirme que se adecua a las necesidades nutricionales de los niños.


iquest;Qué es comer bien?

 

Has oído hablar mil veces de dieta equilibrada, dieta ideal, dieta sana, comer sano… pero no siempre te queda claro qué es exactamente. En principio, cuando nos referimos a dieta sana, estamos hablando de una forma de comer que nos asegura sobre todo, y ante todo, mantener la salud y que nuestro cuerpo funcione a pleno rendimiento.

Dieta sana es la que te permite realizar tus actividades diarias, tanto si estás sentada todo el día en una silla como si eres una atleta. Y todavía hay más: dieta sana es también la que ayuda a prevenir enfermedades y a que tu cuerpo se mantenga lo mejor posible durante el mayor tiempo posible. Por supuesto, comer bien es también comer con un aporte energético idóneo para poder mantener un peso adecuado. O sea, tomar las calorías suficientes para que tu cuerpo no tenga ni exceso ni déficit de grasa. Ahora bien: la fórmula para comer sano no es única ni mágica.

Los expertos en nutrición estamos de acuerdo en que hay una cierta manera general de comer sano que es la más adecuada y que consiste en llevar una dieta equilibrada, es decir, aquella cuyo aporte energético proceda en un 55-60 % de los carbohidratos, un 12-15 % de las proteínas y en un 25-30% de las grasas.

¿Y las calorías que debemos ingerir en esta dieta sana?

Serán distintas según nuestro sexo, edad y actividad física pero en general oscilarán entre las 1.800 kcal y las 3.500 kcal por día. No todos necesitamos el mismo aporte, por eso las cantidades a la hora de comer sano no son las mismas para todo el mundo, aunque sus bases sí son parecidas. Por último, siempre es necesario acompañar tu dieta de una dosis abundante de agua: la cantidad viene marcada por tu sensación de sed pero beber un litro y medio de agua al día es una media adecuada.

A tener en cuenta...

● Las cantidades que debes comer y el número de calorías que tienes que ingerir al día variarán dependiendo de tu metabolismo, tu edad y la actividad física que realices.

● Las mujeres siempre necesitamos menos aporte energético que los hombres, aunque tengamos la misma edad y realicemos una actividad física similar.

● La grasa más recomendable y sana es el aceite de oliva.

● La bebida que más te conviene es el agua.

● Es importantísimo que cada día tu dieta contenga vegetales y frutas variadas.