Usted siempre tendrá veinte años menos - replicó el médico.

 

El coronel recuperó el aliento (восстановил дыхание = отдышался). Esperó a que don Sabas dijera algo más (что-нибудь еще скажет), pero no lo hizo. Se puso una chaqueta de cuero con cerradura de cremallera (надел пиджак из кожи с застежкой молния) y se preparó para salir del dormitorio (приготовился).

-Si quiere hablamos la semana entrante (если хотите поговорим на следующей неделе), compadre - dijo el coronel.

-Eso le iba a decir (вот что собирался вам сказать) - dijo don Sabas -. Tengo un cliente que quizá le dé cuatrocientos pesos (у меня есть клиент который возможно даст вам 400 песо). Pero tenemos que esperar hasta el jueves (четверга).

-¿Cuánto? - preguntó el médico.

-Cuatrocientos pesos.

-Había oído decir que valía mucho más (слышал говорят что стоит много больше) - dijo el médico.

-Usted me había hablado de novecientos pesos - dijo el coronel, amparado en la perplejidad del doctor - (поддержанный растерянностью; amparar – покровительствовать, помогать). Es el mejor gallo de todo el Departamento (в округе).

Don Sabas respondió al médico.

«En otro tiempo cualquiera hubiera dado mil» (кто-нибудь мог дать и 1000), explicó. «Pero ahora nadie se atreve a soltar un buen gallo (осмеливается выпустить). Siempre hay el riesgo de salir muerto a tiros de la gallera (всегда есть риск уйти мертвым, будучи растрелянным, с боев).» Se volvió hacia el coronel (повернулся) con una desolación aplicada (выражая сильное огорчение; aplicar – накладывать, прикладывать; aplicarse – отдаваться чему-либо, посвящать себя; быть старательным; aplicado – прилежный, старательный):

-Eso fue lo que quise decirle, compadre.

El coronel aprobó con la cabeza (кивнул головой).

-Bueno - dijo.

Los siguió por el corredor. El médico quedó en la sala requerido por la mujer de don Sabas (задержанный) que le pidió un remedio (у него попросила лекарство) «para esas cosas que de pronto le da a uno y que no se sabe qué es» (для = от этих вещей которые к тебе внезапно приходят и которые неизвестно что из себя представляют). El coronel lo esperó en la oficina. Don Sabas abrió la caja fuerte («крепкий сундук» = сейф), se metió dinero en todos los bolsillos y extendió cuatro billetes al coronel.

-Ahí tiene sesenta pesos, compadre – dijo -. Cuando se venda el gallo arreglaremos cuentas (уладим счета).

 

El coronel recuperó el aliento. Esperó a que don Sabas dijera algo más, pero no lo hizo. Se puso una chaqueta de cuero con cerradura de cremallera y se preparó para salir del dormitorio.

Si quiere hablamos la semana entrante, compadre - dijo el coronel.

Eso le iba a decir -dijo don Sabas -. Tengo un cliente que quizá le dé cuatrocientos pesos. Pero tenemos que esperar hasta el jueves.

Iquest;Cuánto? - preguntó el médico.

Cuatrocientos pesos.

Había oído decir que valía mucho más - dijo el médico.

Usted me había hablado de novecientos pesos - dijo el coronel, amparado en la perplejidad del doctor-. Es el mejor gallo de todo el Departamento.

Don Sabas respondió al médico.

«En otro tiempo cualquiera hubiera dado mil», explicó. «Pero ahora nadie se atreve a soltar un buen gallo. Siempre hay el riesgo de salir muerto a tiros de la gallera.» Se volvió hacia el coronel con una desolación aplicada:

Eso fue lo que quise decirle, compadre.

El coronel aprobó con la cabeza.

Bueno -dijo.

Los siguió por el corredor. El médico quedó en la sala requerido por la mujer de don Sabas que le pidió un remedio «para esas cosas que de pronto le da a uno y que no se sabe qué es». El coronel lo esperó en la oficina. Don Sabas abrió la caja fuerte, se metió dinero en todos los bolsillos y extendió cuatro billetes al coronel.